Asistir al mundial es demasiado costoso

Muchos sospechaban, cuando se eligió a Brasil como sede del mundial, que tener el evento deportivo más importante del mundo en este lado del plantea iba a ser ventajoso en términos económicos, pero se equivocaron.

Los precios de tiquetes aéreos, hospedajes y alimentación en Brasil no son favorables para ningún bolsillo. En los últimos años, el costo de la vida ha aumentado vertiginosamente en ese país; Sao Paulo y Río de Janeiro, por ejemplo, están entre las ciudades más caras del mundo, y se espera que los precios aumenten todavía más durante el torneo.

Ha salido a la luz por ejemplo, que algunos vuelos domésticos programados para fechas de torneo tienen un valor diez veces mayor que en otras fechas. El diario Folha de Sao Paulo, señala en una de sus publicaciones que aquellos que quieran ver la ceremonia de apertura del Mundial, el 12 de julio, tendrán que pagar $1,095 dólares por un vuelo de ida y vuelta desde Sao Paulo a Río. Un precio que casi iguala al de un pasaje entre Sao Paulo y Nueva York.

En septiembre, BBC Brasil encontró ofertas de billetes de avión para esa misma ruta que costaban una cuarta parte de ese valor.

Pero no sólo los tiquetes de avión serán más costosos durante el mundial; los precios de los hoteles también están experimentando fuertes alzas de cara al Mundial, y los visitantes tendrán que estar preparados para pagar hasta $200 dólares o más por quedarse en un hotel de dos estrellas en Río.

Un estudio de Embratur afirmó que los precios de las habitaciones de hotel acreditadas por Match, una organización designada por la FIFA para gestionar el tema del alojamiento, serán hasta cinco veces más altos durante el torneo.

El costo de los restaurantes, bares, estacionamientos y todos los servicios en las ciudades que serán sedes de los partidos también aumentará.

Es claro que el oportunismo y la especulación también tienen su mundial y lo que muchos se preguntan es si la calidad de los servicios por los que pagarán, estarán al nivel de su precio en términos de calidad.

Y es que según el último estudio de la consultora Mercer sobre calidad de vida, Sao Paulo está en el puesto número 19 en la lista de ciudades más caras del mundo, por delante de Nueva York y tan sólo dos puestos por debajo de Londres.

La inflación en Brasil se sitúa actualmente en 6%, pero los precios de algunos productos, tales como alquileres y educación privada, han aumentado aún más.

Según los expertos el alza de precios en este país está ligada a la falta de infraestructura, aunada a una compleja burocracia y a elevados impuestos.

El aumento sustancial del valor del real en relación con otras monedas en la última década también ha encarecido el precio de muchos productos y servicios en dólares y además, algunos analistas creen que los precios son altos porque las empresas brasileñas están sobreprotegidas frente a la competencia internacional.

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