Sentencia: 90 años por ataque con bate

Cuatro años después del brutal ataque, un juez sentenció a Heriberto Viramontes a 90 años de prisión por robar y golpear con un bate a Natasha McShane y Stacy Jurich en un viaducto del barrio de Bucktown cuando regresaban a casa la noche del 23 de abril de 2010.

El juez Jorge Alonso sentenció a Viramontes, un reconocido pandillero, en una sala llena en el edificio de tribunales Leighton, 26 Street y California Ave., esta tarde de jueves.

Al leerse la sentencia, Stacy Jurich y la familia McShane se encontraban en el juzgado.

Los familiares de McShane viajaron desde Irlanda del Norte para estar presentes. La joven, que quedó paralítica tras el ataque, cursaba la maestría en planificación urbana en la Universidad de Illinois en Chicago.

Viramontes, de 35 años, tendrá que cumplir el 85 por ciento de la sentencia; unos 77 años de prisión. Se le podría haber condenado a 120 años.

Los abogados de Viramontes sostuvieron que la pena máxima debió haber sido de 60 años.

Las dos amigas habían ido a bailar cuando Viramontes las atacó por la espalda golpeándolas con un bate antes de robarlas.

Ambas mujeres sufrieron graves heridas en el ataque. McShane, estudiante irlandesa de intercambio, todavía no puede hablar ni caminar a consecuencia de sus heridas.

Stacy Jurich y Natasha McShane.

En octubre del año pasado, un jurado encontró culpable a Viramontes de intento de homicidio, asalto agravado y robo a mano armada.

Viramontes, de 37 años, atacó McShane y Jurich con un bate de béisbol, se robó el contenido de sus carteras y abandonó la escena.

La ex novia de Viramontes, Marcy Cruz, se declaró culpable como parte de un acuerdo al que llegó con las autoridades. Cruz estaba con Viramontes la noche del ataque. Declaró que el bate era de su padre.

Cruz testificó que la noche del 23 de abril de 2010 ambos fueron a un club nocturno y tuvieron sexo en la camioneta de Cruz. Luego Viramontes manejó la camioneta con dirección norte en Milwaukee Avenue.

Cruz fue testigo clave en el caso. Cruz se declaró culpable y fue sentenciada a 22 años de cárcel por intento de homicidio.

Declaró que el bate estaba en la parte trasera de la camioneta. Testificó que ella y Viramontes tuvieron sexo en la camioneta antes de buscar robar a alguien en el barrio de Bucktown.

Dijo que Viramontes vio a McShane y Jurich y le dijo que “no quería que se viera involucrada en lo que iba a hacer”. Luego agarró el bate y salió de la camioneta.

Regresó minutos después con dos bolsos de mujer.

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