Descontento entre votantes hispanos

WASHINGTON - La demora del presidente de EEUU, Barack Obama, para actuar en materia migratoria hasta después de las legislativas ha generado un gran descontento entre la comunidad latina, que podría castigar a los demócratas quedándose en casa y provocar que los republicanos se hagan con el control del Senado.

Los estadounidenses votarán en los comicios legislativos de mitad de la legislatura que se celebran en el país el próximo 4 de noviembre para escoger a los 435 miembros que conforman la cámara baja, y a un tercio de los 100 senadores.

También se celebran elecciones a gobernador en 36 estados y tres territorios (las islas Vírgenes, Guam y las Marianas).

La comunidad hispana se reparte de manera desigual entre los estados, y por la distribución por distritos su impacto no es tan fuerte como en unas presidenciales, pero algunos de los territorios que serán clave en estas elecciones tienen un porcentaje demográfico de latinos que podría inclinar la balanza de un lado u otro.

Los republicanos buscan ganar seis asientos más en la cámara alta para lograr su control y así gobernar todo el Congreso en los dos últimos años de mandato de Obama, ya que cuentan con una mayoría irreductible en la Cámara de Representantes.

Para ello, necesitan obtener la victoria en estados como Colorado, Georgia o Carolina del Norte, territorios donde el número de latinos que pueden acudir a las urnas es lo suficientemente grande como para definir los resultados.

Colorado, con un 12 % de electorado latino, se erige como el principal escenario de batalla electoral en el que los hispanos tendrán la última palabra sobre quién se queda con el escaño, si el actual senador demócrata Mark Udall, o su rival republicano, Cory Gardner.

Sin embargo, los latinos, que han votado históricamente demócrata y que en 2012 fueron absolutamente decisivos para que Obama obtuviera la reelección, son poco proclives a votar en las legislativas, algo que se agrava en estos comicios por la situación de la política migratoria.

Aunque han sido los republicanos en la cámara baja quienes han bloqueado en los últimos meses un proyecto de reforma migratoria integral, los hispanos se sienten traicionados por el presidente, que por las presiones de algunos candidatos demócratas retrasó una prometida acción ejecutiva para reducir las deportaciones.

Según un reciente estudio de la Asociación de Latinos Electos y Designados (NALEO, en inglés) realizado para los comicios, el 51 % de los hispanos considera la inmigración el asunto más importante para la comunidad y el principal que reclaman a sus candidatos, seguido del empleo (35%), la educación (16%) y la salud (13%).

NALEO apunta que en estados como Kansas, donde más de 120,000 hispanos pueden votar, el 6% del electorado, los latinos podrían desequilibrar la balanza, que actualmente otorga, según las encuestas, un empate técnico entre los candidatos.

Los cálculos de la asociación indican que un total de 7.8 millones de latinos acudirán a las urnas el próximo día 4, un número que se incrementa en más de un millón de votantes respecto a las legislativas de 2010, pero que está muy lejos de alcanzar los 25 millones de hispanos que podrían ejercer su derecho al sufragio.

Así, como explicaba recientemente el profesor de Ciencia Política de la Universidad de San Francisco Kenneth Goldstein, durante esta campaña electoral los demócratas se están volcando en movilizar al electorado hispano, que, aunque desilusionado, si vota lo hará demócrata.

Y es que, además, el valor en juego de estas elecciones, la mayoría del Senado, se pelea en territorios que tradicionalmente suelen votar por los conservadores, por lo que los demócratas tendrán que emplearse a fondo si quieren evitar que los republicanos ganen.

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