Muertes en Egipto, dimite vicepresidente

EL CAIRO - Policías antidisturbios apoyados por vehículos blindados, topadoras y helicópteros barrieron el miércoles dos campamentos de los partidarios del derrocado presidente Mohamed Morsi, lo que desencadenó batallas en las calles de El Cairo y otras ciudades egipcias. Al menos 278 personas murieron en todo el país, muchos de ellos en la represión de los lugares de protesta. El vicepresidente Mohamed ElBaradei, premio Nobel de la Paz y líder reformista en el gobierno interino, renunció en protesta por los asaltos, mientras que el gobierno apoyado por los militares impuso un mes de estado de excepción y toque de queda nocturno. Los enfrentamientos estallaron en otras partes de la capital y otras provincias en momentos en que la ira islamista se propagó por la represión a las sentadas de los partidarios islamistas de Morsi, que ya cumplían seis semanas y dividieron a Egipto. Fue el mayor número de muertos en una sola jornada desde el levantamiento de 18 días que derrocó al autócrata Hosni Mubarak en 2011. El Ministerio de Salud dijo que 235 civiles murieron y más de 2,000 resultaron heridos, mientras que el ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, dijo que 43 policías murieron en el asalto. Añadió que los partidarios de Morsi atacaron 21 comisarías de policía y siete iglesias cristianas coptas en todo el país, y asaltaron y ocuparon la planta baja del Ministerio de Hacienda en El Cairo. La violencia provocó la condena de otros países de mayoría musulmana, así como también de Occidente. El secretario de Estado norteamericano John Kerry dijo que se había asestado un "duro golpe" a los esfuerzos de reconciliación política en Egipto. El asalto para tomar el control de los lugares de dos sentadas se produjo después de días de advertencias por parte de la administración provisional que reemplazó a Morsi después de que fue derrocado en un golpe el 3 de julio. Los campamentos en lados opuestos de la capital comenzaron a finales de junio para mostrar apoyo a Morsi. Los manifestantes, muchos de ellos de la Hermandad Musulmana de Morsi, exigían su restablecimiento. El campamento más pequeño fue despejado con relativa rapidez, pero la policía tardó horas en tomar el control del lugar de la principal sentada, que está cerca de la mezquita Rabá al-Adawiya, que ha sido el epicentro de la campaña a favor de Morsi. Varios altos dirigentes de la Hermandad Musulmana que eran buscados por las autoridades fueron detenidos cuando la policía irrumpió en el campamento cerca de la mezquita, de acuerdo con funcionarios de seguridad y la televisión estatal. Entre los detenidos están los líderes de la Hermandad Mohamed el-Beltagy y Essam el-Erian, y el clérigo radical Safwat Hegazy, todos requeridos por la fiscalía para responder a las acusaciones de incitación a la violencia y de conspirar para matar a manifestantes adversos a Morsi. La policía desmanteló el lugar principal cerca de la mezquita en el distrito oriental de Ciudad Nasr, dijo la agencia oficial de noticias MENA. Un reportero de la AP vio a cientos de manifestantes mientras abandonaban el sitio de la protesta y llevaban sus pertenencias personales. El humo obstruía el cielo sobre El Cairo y ardían incendios en las calles, que estaban llenas de varas y lonas carbonizadas después de que las llamas consumieron varias carpas. Al imponer el estado de emergencia, el gobierno ordenó a las fuerzas armadas apoyar a la policía para restaurar la ley y el orden y proteger las instalaciones estatales. El toque de queda nocturno afecta a El Cairo y 10 provincias. El Banco Central de Egipto ordenó a los bancos comerciales cerrar sus sucursales en las zonas afectadas por el caos. Las emblemáticas pirámides de Giza y el Museo Egipcio también fueron cerrados a los visitantes durante el día como medida de precaución, según el Ministerio de Antigüedades. La agitación fue el más reciente capítulo de una amarga disputa entre los partidarios de Morsi y el liderazgo interino que asumió el mando en el país más poblado del mundo árabe. Los militares derrocaron a Morsi después de que millones de egipcios se congregaron en las calles a finales de junio para exigir su renuncia, acusándolo de dar a la Hermandad una influencia indebida y no implementar reformas vitales ni impulsar la economía en crisis. El golpe provocó protestas similares de partidarios de Morsi después de que él y otros líderes de la Hermandad fueron detenidos en momentos en que las divisiones se profundizaban, lo que asestó un duro golpe a las esperanzas de poner fin a la confusión que siguió a la revolución de 2011 contra Mubarak. Morsi ha estado detenido en un lugar no revelado. Otros líderes de la Hermandad han sido acusados de incitar a la violencia o conspirar en el asesinato de manifestantes.

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