Fantasma de escasez recorre Oaxaca y Chiapas

Las protestas de maestros contra la reforma educativa impiden el abasto de alimentos y combustibles en el sur de México.

Las escenas parecen sacadas de una zona de desastre o de guerra: en medio del caos, largas filas de vehículos tratan de obtener un poco de gasolina, pero los depósitos ya están vacíos

"Vamos a hacer un paro general el día de mañana", advierte el transportista Jorge Luis Sánchez. 

El transportista es uno de los cientos de conductores que a su paso por los estados de sur de México, como Chiapas y Oaxaca, enfrentan los estragos de más de 40 días de cierres carreteros establecidos por maestros disidentes que se oponen a la reforma educativa.

La Secretaría de Desarrollo Social calificó esos bloqueos como "peor que un huracán", debido a que sus efectos económicos se traducen en pérdidas multimillonarias y, por lo menos, un millón de personas han sido afectadas tan solo en el estado de Oaxaca.

Las comunidades de la sierra, donde de por sí el acceso es difícil, prácticamente están incomunicadas; el maíz se ha agotado, las tiendas están vacías, y no hay forma de llevar víveres a la población.

"La zona más crítica es la costa de Oaxaca, no hemos podido llegar, e implementaremos un puente aéreo", dice Christian Hernández, responsable de una tienda en el Istmo de Tehuantepec. 

Aquí lo poco que queda es racionado por lo que las familias, explica doña Guillermina, han pasado de la desesperacion al hambre.

"La verdad ya no tenemos qué comer pues", dice Guillermina Aquino, una de las habitantes de la región istmeña.

Desde Canadá donde realiza una visita de trabajo, el presidente Enrique Peña Nieto llamó a los profesores a abandonar estas protestas.

"Hay que decir: no estamos enfrentándolos, estamos dialogando", insistió Peña Nieto.

Y los empresarios también se sumaron a los llamados para que termine "ese castigo" que ha ahuyentado al turismo y perjudicado a otros sin razón.

"Ninguna causa puede justificarse en la violencia y la afectación a terceros", subraya Juan Pablo Castañón, dirigente del empresariado mexicano. 

Pero la respuesta de los inconformes sigue siendo la misma.

"La lucha continuará y más fuerte", advierte el profesor Maclovio Aguilar, quien junto a sus compañeros de Oaxaca levantan el puño asegurando que no se darán por vencidos.

Apenas la madrugada del miércoles, la Secretaría de Gobernación propuso la instalación de tres mesas de trabajo para llegar a acuerdos con los maestros disidientes, que exigen que en una de ellas se analice el enfrentamiento ocurrido en Nochixtlán, con un saldo de entre 9 y 11 muertes, según diversas fuentes. 

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