Inmigración: Obama toma la iniciativa

El presidente Barack Obama ha tomado dos medidas unilaterales en los últimos meses que han sido bien recibidas por los inmigrantes y que le pueden significar muchos votos en las presidenciales del 2012.

Pero, al mismo tiempo, estos cambios podrían enemistarle con sectores del país que no favorecen un trato favorable para los inmigrantes ilegales.

Las dos iniciativas de Obama van encaminadas a reducir las penalidades para quienes entran a territorio estadounidense sin la debida documentación pero no representan una verdadera amenaza para la seguridad nacional.

En su primera decisión, tomada en agosto, el presidente anunció un nuevo proceso para frenar las deportaciones de inmigrantes ilegales que no representaran una amenaza para el país. De esta forma, dijo que las autoridades de inmigración podrán centran sus esfuerzos en los indocumentados con antecedentes penales o que sean de alguna forma peligrosos. Esa política beneficia específicamente a los indocumentados que fueran estudiantes, miembros del servicio militar, mayores de 65 años o familiares cercanos de ciudadanos estadounidenses.

La segunda medida fue anunciada este pasado viernes y con ella Obama quiere permitir que ciertos cónyuges e hijos de ciudadanos estadounidenses puedan permanecer legalmente en Estados Unidos (y con permiso de trabajo) mientras esperan una visa tipo ¨hardship”, incluso si entraron al país o se quedaron en él de forma ilegal.

Esta alteración de las normas puede beneficiar potencialmente a cientos de miles de personas.

En concreto, el cambio beneficiará a aquellas familias que puedan demostrar que la separación supondría al ciudadano un "perjuicio extremo".

Congresistas republicanos han criticado estas modificaciones a las leyes migratorias, por considerar que el Presidente ha pasado por alto al poder legislativo y busca forjar una "amnistía" para los inmigrantes ilegales aprobando de forma unilateral normativas federales.

Obama es consciente de que cualquier tipo de propuesta en cuanto a la ley migratoria que envíe al Congreso será bloqueada por la oposición republicana y también por algunos demócratas. Las nuevas reglas migratorias que ha propuesto, sin embargo, no requieren la aprobación de este cuerpo.

Estos últimos cambios, sin embargo, no entrarán en vigor hasta dentro de unos meses. Antes, el gobierno debe presentar las normativas de forma completa. Hasta ahora únicamente se ha dado a conocer el bosquejo de la propuesta.

Posteriormente, el Gobierno debe abrir un plazo de espera para recibir comentarios del público sobre las normativas.

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