Republicanos con esperanzas de triunfo

GILLETT, Arkansas-- Son electores como Jammy Turner los que dan a los republicanos esperanzas de poner fin a una dinastía política de Arkansas y tomar el control del Senado federal este otoño. Turner, uno de cientos que asistieron a una actividad el sábado en este pueblo unos 160 kilómetros al sureste de Little Rock, dijo que respeta al senador demócrata Mark Pryor, quien desea ganar un tercer período. Pero Turner apoya al republicano Tom Cotton, quien cumple su primer período como legislador y quien dice que los lazos de Pryor con el presidente Barack Obama lo hace el senador equivocado para Arkansas. "Creo que Pryor es un buen defensor de Arkansas", dijo Turner, de 34 años y vendedor de productos agrícolas de Monsanto, con una chaqueta de mezclilla. "Pero no creo que el Partido Demócrata en general tome decisiones para el bien común". Ese bien común, dijo, incluye la libertad personal y la independencia. Para que los republicanos ganen los seis escaños que necesitan para tomar el control del Senado federal, casi seguramente tienen que ganar Arkansas este año, lo que se agregaría a sus grandes victorias en las últimas dos elecciones del estado. Si alguien puede detener la racha de los republicanos, dicen los demócratas, es Pryor, que ha pasado su vida haciendo política en un estado donde muchos electores quieren conocer a sus candidatos personalmente. El popular padre de Pryor, David, representó durante mucho tiempo a Arkansas en la Cámara y el Senado en Washington, y también fue gobernador. Enfrentado a un presidente profundamente impopular, Mark Pryor no habla de Obama en vez de criticarlo, y pide a los electores que lo vean más como a una figura de Arkansas que a un demócrata de calibre nacional. En la actividad del sábado, donde la etiqueta pedía a los participantes que dieran unos mordiscos a carne de mapache cocinada con tocineta, y que pretendieran que les gustaba, antes de pasar a hincarle el diente a unas costillas, Pryor trató de sacar partido a lo mejor de sus dos mundos políticos. La política de Arkansas cambia a un ritmo vertiginoso. Hace seis años, los republicanos ni se tomaron el trabajo de retar a Pryor en su campaña por la reelección. Dos años después, cuando su colega demócrata Blanche Lincoln se postuló a un tercer período, perdió por amplio margen ante el republicano John Boozman. Durante un tiempo, Arkansas arrastró los pies mientras otros estados sureños se pasaban con fuerza al Partido Republicano. Y ahora que ha decidido sumarse a ese movimiento, la campaña de Pryor pone a prueba hasta dónde llega la tendencia. Roby Brock, conductor de un programa de televisión sobre negocios y política en Arkansas, dijo que Obama "ha sido tóxico para los demócratas de Arkansas". "Hay una desconexión cultural", agregó, y dijo que políticas impopulares como la nueva ley de seguro médico "han sido explotadas con pericia por los republicanos de Arkansas".

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