Patrulla fronteriza enfocada en reincidentes

SAN DIEGO - En momentos en que el número de personas que cruzan la frontera desde México está en su menor nivel en 40 años, la Patrulla Fronteriza anunció el martes una nueva estrategia: enfocarse en los reincidentes e intentar averiguar por qué regresan.

Durante casi dos décadas, la Patrulla se ha apoyado en una estrategia que cubría de agentes los corredores con intenso tránsito de inmigrantes no autorizados, lo cual obligaba a éstos a acudir a áreas más remotas donde presuntamente serían más fáciles de capturar y se desalentarían de intentarlo de nuevo.

"Al menos en lo que a mí se refiere, no hay consenso en torno a si esa es una estrategia adecuada", dijo Mike Fisher, el director de esa fuerza, a The Associated Press.

El nuevo enfoque es más matizado. Esbozado en un documento de 32 páginas que se llevó más de dos años desarrollar, ahora los agentes utilizarán datos de inteligencia para identificar a los reincidentes y a otros que se sospeche representen una amenaza a la seguridad, agregó Fisher.

"Todo este enfoque, que se basa en el riesgo, intenta dilucidar quiénes son estas personas", dijo en una entrevista reciente en referencia a los inmigrantes no autorizados.

"¿Qué riesgo representan desde el punto de vista de la seguridad nacional? Entre más sabemos, mejor informados estamos en torno a la identificación de la amenaza y el riesgo potencial", agregó.

Durante una presentación de su testimonio el martes ante una subcomisión de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, a Fisher le preguntaron repetidas veces por qué la nueva estrategia no incluye ninguna forma específica de medir que pudiera ayudar a los miembros del Congreso y a la gente a comprender mejor si la frontera es segura.

"¿Cómo puede usted medir si la frontera es segura en absoluto?", preguntó el republicano Michael McCaul, de Texas.

Fisher defendió la estrategia y dijo que le ayudará a los agentes a utilizar los recursos en la frontera para entender mejor qué está ocurriendo realmente.

La situación fronteriza ha cambiado drásticamente desde que se aplicó la última estrategia nacional, lo cual ha ejercido presión sobre la agencia para que se adapte al nuevo panorama.

Un auge de contrataciones sin precedente más que duplicó la cantidad de agentes a 21,000 desde 2004, lo cual fue acompañado por fuertes erogaciones en cercas, cámaras, sensores de movimiento y otros dispositivos tecnológicos.

Al mismo tiempo, la inmigración proveniente de México ha disminuido considerablemente. El año pasado, la Patrulla Fronteriza detuvo a 327,577 personas cerca de la frontera con el país vecino, 80% menos que las más de 1,6 millones en 2000. Fue el nivel más bajo desde 1971.

El Pew Hispanic Center reportó en abril que la ola más grande de inmigrantes de un sólo país en la historia de Estados Unidos dejó de aumentar y podría haberse revertido.

Douglas Massey, profesor de sociología de la Universidad de Princeton que estudia las tendencias migratorias mexicanas, dijo que los que en la actualidad entran a Estados Unidos sin permiso con frecuencia han sido deportados recientemente, buscan reunirse con familiares o tienen experiencia para evitar ser capturados.

"A Estados Unidos no están llegando inmigrantes nuevos. Toda la gente que viene ya tiene algo de experiencia" en el país, afirmó.

La nueva estrategia -la primera de la Patrulla Fronteriza en ocho años- busca frenar una política de enviar de regreso a los inmigrantes a México por una especie de "puerta giratoria", sin ninguna sanción.

La Patrulla siente ahora que tiene suficiente margen de acción como para empezar a imponer consecuencias más graves a casi cualquier persona que detenga desde el Valle del Río Grande en Texas hasta San Diego.

En enero amplió su "Sistema de Aplicación de Consecuencias" a toda la frontera y clasificó a los que la cruzan en siete categorías: desde los que lo hacen por primera vez hasta la gente con antecedentes penales.

Los castigos varían según la región pero hay un común denominador: el último recurso es la simple deportación de la gente tras tomarle sus huellas digitales. Algunos, entre ellos los niños y los enfermos, seguirán siendo deportados en el cruce más cercano, pero serán pocos y espaciados.

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