Le saca canas verdes a Arpaio

PHOENIX .- Defiende con alma y vida la causa de los inmigrantes sin papeles y tiene una personalidad avasalladora que se impone y por momentos intimida. Incluso estando detrás de las barras de una prisión. "Cuando lo vi en la cárcel me trató mal, me miraba fijo. Y creo que me dijo: ¿Dónde están sus papeles? Saqué mi seguro social y se lo mostré", dice refiriéndose al temido sheriff de Phoenix, Joe Arpaio, que simboliza las políticas de mano dura hacia los inmigrantes que están en el país sin la autorización correspondiente. Salvador Reza es un activista que le ha dado su vida a la defensa de los derechos de los extranjeros que están en el país ilegalmente. Con acciones osadas, incluidas movilizaciones y boicots, Reza es una piedra en el zapato para Arpaio, quien expresa una mezcla de admiración y desdén por este hombre nacido en México y que vive en Estados Unidos desde los nueve años. Con dos licenciaturas --en ciencias políticas y literatura--, Reza consagró su vida al activismo político y descartó una carrera profesional típica de alguien con sus títulos académicos. Integra la organización Tonatierra, que aboga por los derechos de las naciones indígenas, y por las mañanas da clases gratuitas de historia en la Escuela Esperanza, una secundaria que él mismo ayudó a fundar para asistir a jóvenes latinos de escasos recursos. Coordina además el Centro de Jornaleros Macehualli, creado en el 2003 como una alternativa para que los jornaleros, con o sin papeles, pudieran obtener trabajo sin pararse en las esquinas. Ahora, los jornaleros se congregan bajo un toldo verde del barrio de Palomino y esperan que algún contratista los recoja. En el pasado, la policía arrestaba a los jornaleros a diario por quejas de los negociantes de la zona. "Fue algo extraordinario lo que logró", dijo Alfredo Gutiérrez, ex senador demócrata estatal. "Tuvo que convencer a la mayoría de los concejales de Phoenix de que aprobasen el centro, tuvo que convencer a todos los negocios en el área de que aceptasen un centro allí. Y lo logró". Por las tardes, Reza participa de un programa comunitario en la Radio 1190, desde donde promueve el boicot económico contra Arizona en protesta por la ley SB1070 para combatir la inmigración ilegal. En noviembre del 2010 viajó a Ginebra para declarar ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que evaluaba el estado de esos derechos en Estados Unidos. También visitó varias veces Washington para combatir las leyes estatales y políticas federales enfocadas en la detención de los inmigrantes sin papeles. Ha presionado para que el gobierno nacional prohiba a Arpaio inmiscuirse en temas de inmigración. "Ha ido hasta Washington a rogarle al Departamento de Justicia (DOJ) que me investigue", dijo Arpaio en una entrevista telefónica. A raíz de las presiones de Reza y de otros, el DOJ está investigando efectivamente posibles violaciones de los derechos civiles por parte de la oficina de Arpaio, quien se convirtio en un ícono nacional para quienes piden mayores controles de la inmigracion ilegal cuando inició operativos barriales de "supresión del crimen" cuyo fin era capturar a inmigrantes indocumentados. En el 2007, el sheriff se incorporó a un programa del gobierno federal conocido como 287(g) que le permitió entrenar a 160 de sus alguaciles para cumplir funciones de agentes de inmigracion tanto en operativos en las calles como dentro de sus vecindarios. Arpaio afirma que solo está asegurándose de que se cumplan las leyes estatales de Arizona cuando arresta a inmigrates sin papeles, pero sus procedimientos están siendo cuestionados en los tribunales. "Reza merece ser reconocido por no tener miedo de desafiar a Arpaio públicamente", dijo Roberto Reveles, quien participó del movimiento por los derechos civiles en los 60. Según Reveles, este desafío de Reza a la autoridad se ha manifestado en la forma de protestas multitudinarias. En el 2007, por ejemplo, Reza organizó movilizaciones para protestar el que los alguaciles de Arpaio fuesen contratados por el dueño de una mueblería para alejar a los jornaleros de su propiedad. También dispuso protestas en las puertas del banco Wells Fargo para pedir que dejara de rentarle oficinas al sheriff. Al final, Wells Fargo no le renovó el contrato a Arpaio. Una de las marchas más grandes contra Arpaio ocurrió en enero de 2010, cuando más de 10,000 personas recorrieron 4 millas hasta un complejo carcelario. La marcha fue motivada por una carta de mujeres inmigrantes que estaban en huelga de hambre por maltratos verbales y malas condiciones alimenticias en la cárcel del sheriff. Ese mismo año, en respuesta a las redadas en busca de inmigrantes sin papeles que inició Arpaio, Reza y otros 50 manifestantes bloquearon el acceso a la cárcel de la oficina del sheriff. Casi todos fueron detenidos y liberados a las pocas horas. Arpaio habló con Reza durante su arresto y dijo que el activista parecía "capaz de hacer cualquier cosa con tal de figurar en los medios". Agregó, no obstante, que "a su modo, es un caballero, tiene su misión y el derecho de protestar". Al día siguiente Reza se paró de nuevo (provocativamente) frente a otra cárcel y mientras observaba desde la acera de enfrente los agentes de Arpaio cruzaron la calle y lo pusieron en una camioneta, donde lo retuvieron varias horas. Otra vez pasó la noche en la cárcel, hasta que un juez estatal lo liberó por no encontrar razón para su arresto. "(Reza) Es una persona que sabe cómo usar los medios para enviar un mensaje. En ese sentido a lo mejor pensamos igual", dijo Arpaio.

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