Dan como ganador a Obama

Las primeras encuestas, a cargo de CBS y CNN, muestran que los espectadores dan como vencedor a Obama, con un 53% para el presidente y un 23% para el aspirante, en el primer caso y un 48% - 40% en el segundo.

El debate ha tenido lugar en la Universidad Lynn, en Boca Ratón (Florida), quince días antes de las elecciones y con las encuestas mostrando prácticamente un empate. El moderador ha sido el periodista de la CBS Bob Schieffer.

El presidente Barack Obama desafió decididamente a Mitt Romney en política exterior en el tercer y último debate de campaña efectuado la noche del lunes y lo acusó de exhibir "un liderazgo equivocado y temerario que no tiene una postura".

El republicano respondió tranquilamente: "Atacarme no es una agenda" para hacer frente a un mundo peligroso.

Cuando restan 15 días a la campaña presidencial que increíblemente está muy reñida a estas alturas, Romney también tomó la ofensiva. Cuando Obama dijo que Estados Unidos y sus aliados habían impuesto fuertes sanciones a Irán para detener el desarrollo de armas nucleares, el republicano declaró que Estados Unidos debió hacer más. Declaró en repetidas ocasiones que "estamos cuatro años más cerca de un Irán nuclear".

Aunque el último debate directo se centró en la política exterior, ambos contrincantes repitieron sus desavenencias, como ha ocurrido en toda la campaña, en torno a la economía estadounidense, el principal tema según las encuestas, así como en energía, educación y otros aspectos internos.

Obama y Romney coincidieron en más de alguna ocasión en la política exterior. Cada cual manifestó su apoyo inequívoco a Israel cuando se les preguntó cuál sería su reacción si el Estado hebreo fuera atacado por Irán.

"Si Israel fuera atacado, nosotros los apoyaríamos", dijo Romney momentos después de que Obama prometiera: "Estaré con Israel si fuera atacado".

Ambos se opusieron directamente a un involucramiento directo del ejército estadounidense en las acciones para deponer al presidente sirio Bashar Assad.

Los dos candidatos estuvieron sentados a una mesa semicircular en su último encuentro cara a cara con miras a las elecciones del martes 6 de noviembre. Los primeros momentos del debate carecieron de las acusaciones y tuvieron pocas de las interrupciones que marcaron el encuentro de la semana pasada, cuando Obama necesitaba recuperarse de la sombría actuación que tuvo en el primero del 3 de octubre.

Concluido el tercer debate, ambos adversarios reanduarán su activa campaña proselitista que está en la recta final en el país. Obama tiene previsto discursos en seis estados en una gira de dos días que comienza el miércoles y que incluye un acto nocturno a bordo del avión presidencial Air Force One durante un trayecto de Las Vegas A Tampa. Romney tiene la intención de visitar dos o tres estados al día.

Cuatro millones de papeletas han sido depositadas en la votación adelantada en más de una veintena de estados.

Obama al parecer se perfila para ganar los estados y el Distrito de Columbia que representan 237 de los 270 votos electorales necesarios para la victoria.

Lo mismo vale para Romney en estados con 191 votos electorales. Los estados con tendencia indecisa representan los restantes 110 votos electorales: Florida (29), Carolina del Norte (15), Virginia (13), Nueva Hampshire (4), Iowa (6), Colorado (9), Nevada (6), Ohio (18) y Wisconsin (10).

Obama y Romney tampoco tuvieron coincidencias sobre Libia, Siria, Rusia y otros temas de seguridad nacional en el encuentro en la Universidad de Lynn, en Boca Ratón, Florida.

Romney dijo que a pesar de las primeras esperanzas, la caída de los regímenes en Egipto, Libia y otros sitios en el último año ha generado "una creciente ola de caos". Indicó que el presidente no ha logrado integrar una política coherente para lidiar con el cambio que ha barrido el Medio Oriente, y agregó ominosamente que un grupo similar a al-Qaida se ha apoderado del norte de Malí.

Anticipándose a una de las más frecuentes afirmaciones de la campaña de Obama, Romney dijo sobre el hombre sentado a su lado: "Lo congratulo por haber eliminado a Osama bin Laden y atacar el liderazgo de al-Qaida. Pero no podemos, a través de matanzas, salir de este lío. ... Debemos tener una estrategia integral".

Obama dijo que él había terminado la guerra en Irak, que estaba en camino de terminar las operaciones de combate estadounidenses en Afganistán y que había prometido llevar ante la justicia a quienes atacaron la embajada de Estados Unidos en Bengasi el mes pasado, un ataque que dejó muerto al embajador del país en Libia y a otros tres estadounidenses.

Asimismo, golpeó a Romney por haber dicho durante la campaña que Rusia es el enemigo geopolítico número uno de Estados Unidos.

"Gobernador, cuando se trata de nuestra política exterior usted parece querer las políticas de la década de 1980, al igual que quiere importar las políticas sociales de la década de 1950 y las políticas económicas de la década de 1920", dijo Obama.

El debate de 90 minutos en la Universidad Lynn fue la última oportunidad de Obama y Romney para medirse frente a decenas de millones de estadounidenses. Ambos dedicaron sus fines de semana a prepararse, una señal de la importancia que le dieron a este acontecimiento.

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