Consejos para reportar tus impuestos

Ahora que el Servicio de Rentas Internas (IRS) comenzó a procesar las declaraciones de impuestos (Income Tax), es el momento de alistarse para ir a donde el preparador de su confianza. Reúna los formularios que muestren sus ingresos (W-2, 1099, 1098, entre los más comunes) y los gastos que le permitan reclamar deducciones y créditos según su caso. Desde hace tres años Erika Amaya acude ante un preparador de impuestos que abre su negocio la última semana de enero y entrega el local una semana después de la fecha de cierre oficial de la temporada, hacia mediados de abril. "El contador (así le llama Erika a su preparador de impuestos, aunque su profesión es ingeniero) siempre me pide todos los recibos que yo he acumulado durante el año", comenta. Le lleva una bolsa plástica con recibos de gasolina, de ropa y hasta de implementos de aseo de su casa. Ella afirma que su `contador ` suma todos los recibos y se los incluye en su declaración de impuestos para que le den un "reembolso más grande". Erika (37), casada, es cajera en un almacén por departamentos y su esposo trabaja en una estación de gasolina. Los dos son empleados y sus ingresos combinados suman 49.000 dólares. Según estadísticas del IRS se puede decir que son contribuyentes promedio. Ellos no necesitan llevarle al preparador de impuestos los recibos que afanosamente alista Erika cada año. En un escenario como el descrito, gastos como la gasolina, la ropa y los implementos de aseo no se pueden utilizar al hacer la declaración de impuestos. Un empleado, como Erika o su esposo, solamente puede deducir gastos que estén directamente relacionados con su trabajo y que no sean cubiertos por el empleador. La filosofía general del reglamento del IRS en cuanto a los gastos deducibles es que "cada dólar gastado para generar un dólar de ingreso es deducible". Si Erika estuviera obligada, por ejemplo, a vestir un uniforme en su trabajo y tuviera que comprarlo por su cuenta, entonces sí podría usar ese gasto a la hora de sumar las deducciones en la declaración de impuestos. Sin embargo, incluir o no un gasto como el del ejemplo no se reduce al hecho de si está o no relacionado con el trabajo del contribuyente. Hay más elementos que entran en juego a la hora de decidir; y en la primera entrevista que un preparador de impuestos tiene con su cliente se puede saber cuál es el escenario y el trámite a seguir. Aunque es una práctica de dudosa ética cuando un preparador de impuestos afirma que "puede incluir todos los gastos para obtener mayor reembolso", sin que eso sea cierto, se puede decir que Erika ha corrido con suerte pues su declaración no ha resultado fraudulenta. Su `contador' solamente ha usado el montón de papeles de su cliente para cobrarle un poco más por organizarlos, pero falta a la verdad cuando le dice que sí los incluyó en su declaración. Por lo anterior, es muy importante saber a quién le confía su declaración de impuestos. No se deje guiar por los anuncios ni promesas llamativas acerca del monto del reembolso. Prefiera ir a donde un preparador que tiene su oficina abierta todo el año, en caso de que surja algún problema con su declaración. Hay organizaciones que preparan las declaraciones en forma gratuita con voluntarios que son entrenados por el IRS. Aunque solo trabajan durante la temporada, siempre hay forma de contactarlas en caso de algún requerimiento que el contribuyente reciba del Servicio de Rentas Internas. Por ejemplo, contribuyentes como Erika, cuyos ingresos no superan los 51.000 dólares al año, califican para ser atendidos por el Programa de Asistencia Voluntaria para la Declaración de Impuestos (VITA, sigla en inglés de Volunteer Income Tax Assistance). Llame al 1-800-906-9887 para encontrar la oficina más cercana. Recuerde la advertencia que hace el IRS cada año para prevenir fraude tributario ante las ofertas que podrían ser una estafa al contribuyente: "Si suena demasiado bueno para ser cierto, puede serlo". En caso de errores, omisiones o acciones fraudulentas que buscan maximizar los reembolsos, tenga en cuenta que aunque un tercero prepare las declaraciones de impuestos por usted, el contribuyente es quien firma aceptando la declaración. Es muy bueno ahorrar dinero a la hora de hacer la declaración de impuestos, pero es mejor ahorrar dolores de cabeza con declaraciones que no muestran la realidad y que el IRS, tarde o temprano, auditará.

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