Mundial 2014: México cerca del abismo

MÉXICO - Con su empate 0-0 ante Estados Unidos, la selección mexicana de fútbol defraudó la confianza de los 100,000 fanáticos que llenaron el estadio Azteca, convertido en una olla de presión.

La afición local, que llegó al estadio desde tres horas antes del encuentro, se dio cuenta de que era un partido clave y aunque todo el tiempo confió en la victoria de su representativo, ésta no llegó.


Las múltiples conversaciones de los aficionados, en camino al estadio y dentro del inmueble, versaban sobre un triunfo seguro del Tricolor y la única duda la manifestaba en el marcador y el posible anotador.


No había espacio para el pesimismo o para un resultado adverso, no en el Azteca y menos ante Estados Unidos, el odiado rival del área, pero el camino hacía Brasil se está complicando apenas en el tercer partido de 10 que se jugarán.

El Tricolor salió con la obligación del triunfo, después de dos empates ante Jamaica (1-1 en casa) y Honduras (2-2 como visitante), y no cumplió ya que solo pudo sumar su tercera igualada en el mismo número de partidos para tener así su peor arranque en una eliminatoria mundialista.


El empate no pudo levantar el ánimo y generar mayor confianza entre los aficionados ya que México tendrá que buscar la mayor cantidad de puntos en los siete partidos que restan de la eliminatoria.


La igualada apenas le sirvió a la selección mexicana para situarse en el quinto puesto del hexagonal final con tres puntos, por detrás de Panamá con cinco unidades, Costa Rica con cuatro, Honduras también con cuatro al igual que Estados Unidos y apenas por delante Jamaica con dos, a la que visitará el próximo 4 de junio.


Tras las dos anotaciones concretadas ante Honduras en el partido pasado, Javier 'Chicharito' Hernández, delantero del Manchester United inglés, era el señalado para marcar más goles, pero a pesar de que tuvo varias oportunidades no pudo concretar por fallos o por las atinadas intervenciones de los defensas estadounidenses.


Apenas unos 300 aficionados de Estados Unidos ocuparon un espacio en la parte alta del estadio y cada grito de aliento hacia su selección fue apagado por la multitud que alentó con fuerza a los mexicanos desde el primer minuto.


El previo fue especie de fiesta mexicana ambientada en el sonido local con música de mariachi, no faltaron los grandes sombreros característicos de las festividades mexicanas ni los accesorios y pintura tricolor en hombres, mujeres y niños.


El ruidoso público soportó hasta el último minuto, pero no fue complacido por el Tricolor y tampoco obedeció al seleccionador José Manuel de la Torre, quien un día antes pidió respetar el himno nacional de Estados Unidos, ya que en la ceremonia de los himnos, el de los visitantes fue silbado y abucheado con sonoridad.


Luego vino la desesperación en la cancha y el desencanto en la tribuna para sellar una noche para el olvido ya que México no pudo recomponer el camino en la eliminatoria y ni congraciarse con su público.

Contáctanos